Yo tuve cesárea, y a pesar de que no era mi plan original y me tomó algún tiempo aceptarlo, estoy muy orgullosa de la manera en la que mi gorda vino al mundo y se que eso no me hace menos mujer o menos mamá.
En realidad no tuve opción, todo iba muy bien hasta que a las 34 semanas nuestra gorda dejo de moverse, el ultrasonido mostró el cordón enredado en su cuello. La pobre no podía moverse y nos dijeron que no estaba recibiendo oxigeno. Tuvieron que sacarla de inmediato, y yo no estaba preparada. Después de una semana en cuidados intensivos supe que no importaba la manera, lo que importaba era que estaba aquí, viva y sana.
Es muy fácil reírse y decir que este tipo de comentarios no nos afectan. Pero el periodo postparto puede ser muy duro en muchas mujeres que terminamos con cirugía cuando no esperábamos una. Nos hacen sentir inseguras y aveces nos llevan a lo que llaman depresión postparto.
Muchos piensan que una cesárea es una salida fácil. Pero al final del día, es una cirugía mayor. El tiempo de recuperación es mayor, y encima de eso hay un bebé que cuidar. Por eso es importante recordar con este tipo de comentarios que no hay manera correcta de dar a luz. Cada mujer es diferente, cada bebé tiene necesidades diferentes. Ya sea parto normal o cesárea, todas somos muy valientes y merecemos respeto.
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